El Ciclo de la Innovación

Del Papel & Lápiz al Papel Moneda


Una de las primeras lecciones que aprendemos en la escuela es la importancia del ciclo del agua y su rol fundamental en la vida de nuestro planeta. De la misma forma, existe otro sistema muy significativo que tiene una larga trascendencia en la historia moderna: el ciclo de la innovación. Las nuevas tecnologías que poseemos hoy se lo deben todo al sinnúmero de innovadores que emprendieron esta aventura.

Hay que dejar en claro que la innovación no solo implica pensar en algo nuevo o diferente, va mucho más allá. Alfons Cornella en su libro “Ideas X Valor = Resultados. Cómo Innovan Los Mejores” la define como la generación de ideas que tienen el potencial para convertirse en productos, servicios o procesos que supongan un valor para la sociedad, de tal forma que se consigan resultados - económicos y sociales - que sean sostenibles con el tiempo.

De una forma más amigable, podemos afirmar que se trata de convertir las ideas en algo útil para la necesidad específica de un grupo de personas. Y si de innovación se trata, el mundo de la tecnología nos maravilla cada día más con los últimos gadgets hasta para cosas que ni pensábamos.

La Lluvia de Ideas como Punto de Partida

Así como el ciclo del agua comienza con la fase de precipitación, el proceso de innovación se origina con las ideas que caen como gotas al compás de la gran interrogante: ¿Qué necesita el mercado? La respuesta se encuentra en la observación de las necesidades de los consumidores que los equipos de investigación analizan para generar un brainstorming que produzca una visión original para resolver un problema que tenga el segmento observado.

Concluida la primera fase del ciclo, se rescatan las ideas nucleares – aquellas que alcanzaron mayor relevancia – para comenzar a analizar el valor que esta tendrá en los clientes, el cual no puede ser simplemente tangible, puesto que los consumidores modernos ya no solo apuestan por características particulares de un producto, sino en lo que sienten al usarlo. 

El proceso concluye con el objetivo final, las ventas. No nos distraemos de este. Si no vende, no es creativo. Los resultados son el núcleo que hacen funcionar los procesos de innovación de una empresa. Cuando se dan de manera positiva, las empresas continúan apostando por estos, dando vida a nuevas ideas y a un nuevo ciclo.

La Paradoja: ¿Innovar O No Innovar? 

He ahí el gran dilema. El filósofo Alfred N. Whitehead resume que a menudo quien tiene dinero no tiene ideas, y quien tiene ideas no tiene dinero. Por ello se han creado modelos que conectan lo underground – las ideas – con lo upperground – las empresas – para guiar a los innovadores y visionarios a llevar su ingenio a la realidad. El modelo de start-ups permite que las pequeñas empresas de garaje con la próxima gran invención, puedan jugar en las grandes ligas, exponiendo sus proyectos en la búsqueda de un patrocinador a su creatividad.

Un ejemplo de esto es la plataforma web Kickstarter, la cual tiene como misión encontrar diferentes patrocinadores para las ideas que se publican en su website. Cuenta con varios casos de éxito de proyectos que de otra forma jamás hubieran visto la luz.

Las universidades también son fuente de creatividad, sus campus están llenos de nuevas visiones por parte de sus estudiantes con el atrevimiento y la motivación para generar the next big thing. Facebook es la red social más grande y conocida a nivel mundial, esta comenzó en el dormitorio universitario de uno de sus creadores. En donde menos se lo espera, hay un pequeño genio listo para dar arranque al ciclo de la innovación.

Otro ejemplo es la historia del bañador LZR RACER, que reduce 5 % la resistencia hidrodinámica, con el cual el nadador Michael Phelps ganó 8 medallas en los Juegos Olímpicos de Atenas. Para Pekín 2012, el 90 % de los nadadores ya usaban este mismo traje. El proceso de innovación surgió del esfuerzo en conjunto de la marca Speedo con la Universidad de Nottingham.

En definitiva, la innovación es la forma de salir adelante cuando la oferta de una empresa ya no puede seguir siendo explotada. El equilibrio entre el market pull y el technology push, o, lo que el mercado quiere y lo que se puede ofrecer mediante la invención de nuevas tecnologías, va a ser la mejor estrategia de las marcas que quieran sobresalir en su categoría.

Innovando con Pasos de Gigante

En el centro del ciclo de la innovación hay un elemento que actúa como eje, el liderazgo. Sin importar cuán grande y consolidada sea una empresa, si no tiene un líder que rompa las reglas de lo establecido, no podrá contar con proyectos que apuesten por la innovación. La falta de ideas producirá la asfixia de la empresa y se quedará sin respuesta cuando los cambios bruscos del mercado asomen por la ventana.

Los modelos Game Changer han tenido bastante éxito entre las grandes corporaciones multinacionales, un ejemplo de esto es la gigantesca Shell, que emplea una gran cantidad de presupuesto para impulsar nuevas líneas de negocio, evaluando proyectos multidisciplinarios, que cultivan las ideas para que maduren y den frutos.

Así es como la creatividad e innovación terminan convirtiéndose en resultados económicos y sociales positivos para quienes tienen el liderazgo de emprender este ciclo que nos lleva de las ideas en papel y lápiz a contar los réditos de nuestra apuesta en papel moneda. Solo quienes se atrevan a aprovechar la oportunidad pasarán de ser la marca de ayer para ser la marca del mañana. 

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