¿En Verdad Nos Hace Google Estúpidos?
Es una herramienta que usamos casi todos los días y tal vez una de mis marcas favoritas, pero en el 2008, el autor Nicholas Carr planteó la posibilidad de que Google nos hacía estúpidos. El artículo original se publicó en The Atlantic y lo pueden encontrar en el siguiente link con el formato de su versión original (en inglés) Is Google Making Us Stupid?
Recordé que después de leer este interesante ensayo en el cual el autor deja en claro sus ideas, que por cierto están muy bien fundamentadas, escribí una pequeña revisión del mismo. Adjunto mi comentario a continuación:
Comienzo preguntándome: ¿Nos hace Google más “tontos”? Suena muy alarmante pensarlo y quizás hasta un poco exagerado, digno de título de periódico o de revista. Sin embargo, no es algo tan descabellado preguntarse si realmente, no solo Google, sino la Internet en si nos hace cada vez más dependientes de ella y como resultado nuestras habilidades de lectura o búsqueda e investigación disminuyen. Y creo que así como lo dice Nicholas Carr, hace años que tengo la sensación de que algo ha estado trasteando en mi cerebro, rediseñando el circuito neuronal y reprogramando mi memoria. Estoy de acuerdo con la afirmación de Carr, yo sí creo que Google nos hace más tontos, pero no creo que es un factor en contra de la tecnología sino un error humano el que ocasiona esto.
Recuerdo hace poco haber leído un artículo parecido llamado Homo Videns, la sociedad teledirigida del autor Giovanni Sartori, en el cual también se enfocaba en cómo los medios digitales están trastocando a los consumidores de información, pero se presenta un problema desde el puento de vista de la comodidad humana y no de una falla tecnológica. Hay que reconocer que los seres humanos tenemos tendencia a volvernos cómodos, es justamente esta la problemática que hay que empezar a tratar. El copy-paste cuando se realiza una investigación es casi cosa de todos los días en las escuelas secundarias y los jóvenes leen cada vez menos y reemplazan la lectura por la facilidad de la televisión y las películas que les presentan las mismas historias e información de una manera más cómoda. Nos convertimos en una civilización del fast food también a nivel cultural en la que queremos tener todo rápido, incluso la información. Pero en ese caso las tecnologías de información no son culpables de un mal que aqueja la psiquis humana. Bien dice el adagio, la tecnología avanza y aporta beneficios, pero acabaremos siendo inútiles debido a que sólo miramos por nuestra comodidad.
Luego tenemos por un lado, a quienes afirman que los esfuerzos de digitalización de Google, el poder de las redes sociales de Facebook y la era del big data, en general, están finalmente haciendo realidad el viejo sueño de unificar todo el conocimiento. Estas afirmaciones utópicas se relacionan con visiones similares sobre un futuro transhumanista en el que la tecnología superará los que fueran los límites históricos de la humanidad: físicos, intelectuales y psicológicos. El sueño es de una era posthumana. Sin embargo, nadie puede afirmar como será el futuro de la tecnología. Y creo que aún hay tiempo de componer las cosas y dirigirnos a un mundo en donde la tecnología no vuelva obsoleto al ser humano sino que se encuentre la simbiosis perfecta entre el hombre y la máquina.
En conclusion, SÍ, en este momento Google nos está volviendo estúpidos, pero no podemos culpar solo a la tecnología. Debemos empezar a reconocer que nuestro primer error es dejarnos llevar por la corriente de la comodidad y permitir que el computador realice nuestras tareas y nos facilite la vida. Y es ahí donde está el error, al no buscar modelos que permitan un mejor uso de la tecnología. Como decía Julio Verne, la tecnología se compone de errores, que a su vez, son los pasos hacia la verdad.
1. Referencia del libro Homo Videns de Giovanni Sartori, [aquí].
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