Peregrino Amateur

Un día como hoy parto a mi primera pregrinación. De un día, es verdad, pero cargada con un gran significado porque la siento muy cercana, siento ese llamado de algo más allá de lo que puede comprender, que me mueve, me motiva y me llena de alegría. Es el Santo Padre, Francisco I, que hace un par de años compartía conmigo al mismo santo patrón, San Jorge.

Es el carisma y la sencillez de un hombre como Jorge Mario Bergoglio lo que me atrapa y me llama a estar ahí, presente en la Santa Misa. Este hombre, nacido argentino, pero que ahora le pertenece al mundo entero, a la eternidad, es un extraordinario ejemplo de lo que es tener siempre la humildad para aceptar la voluntad de Dios y obrar por quien más lo necesita.

Razones para mi peregrinación no hacen falta. Quiero vivirla en su máxima expresión, como preparativo para muchas otras que deseo realizar en mi vida. Ese tan anhelado Camino de Santiago junto con mi padre, y la que no puede faltarle a ningún cristiano, el viaje a Tierra Santa. Por ahora sueños distantes, pero que con humildad y ardua labor sé que alcanzaré.

Es importante que todos los católicos presentes durante la peregrinación de hoy y la Eucaristía del día de mañana puedan vivir el ambiente de paz y amor que nos caracteriza como cristianos desde los inicios de nuestra Santa Iglesia. Miren como se aman, decían los paganos que observaban la vida en comunidad de los primero seguidores de Cristo.

Ese amor con los hermanos y la familia es lo que se expresará mañana en cada corazón presente en el tan esperado encuentro con el siervo de Dios. A tu encuentro voy y que nada, ni nadie me detenga.

Aquí comienza la travesía de este peregrino amateur, que se pone en marcha al encuentro con el amor, por amor y junto al amor. Que Dios nuestros caminos y nos conceda lo que nuestros corazones anhelan. Nos vemos en el camino...