A Mi Padre

El cumpleaños de mi papá será este día lunes. No me podía quedar sin dedicarle un par de letras al hombre que siempre ha estado ahí para ser un gran soporte en mi vida.

Tan sabio como los autores de los libros que me enseño a leer, así es mi padre. El niño de risos rubios con guitarra en mano cantando a las madres y recitando oraciones de misionero. El joven de la melena rizada que buscaba cuidar su cuerpo y descubrir su alma, que tomó un largo sendero a través de los Himalayas y de regreso a casa. El fotógrafo aficionado que aprendió a capturar en película la esencia de lo que lo rodeaba. El talentoso hombre de computadoras cuya velocidad con los teclados y genialidad para resolver problemas le abrieron los caminos al éxito. Finalmente, el adulto de las canciones de cuna, los trucos de magia y los cabellos plateados. 

Ha ocupado tantos roles en mi vida que no me alcanzarían las palabras para agradecerle por todos. Es mi primer mentor, es el hombre de los valores de acero y la moral que creía que solo existe en los héroes de las historias que desde niño me enseño a disfrutar. 

Por eso y tantas cosas más es que quiero decirle: ¡gracias papá! Por ser el hombre que has sido. Que me ha formado para llegar a ser lo que soy. Por enseñarme a apuntar al cielo buscando perforarlo y llegar más lejos. Gracias infinitas por las canciones y los discos de vinilo, por Bob Dylan y The Beatles, The Bee Gees y The Beach Boys; por Mozart, Bach y Beethoven. Por ser la persona culta que nos enseño, a mis hermanos y a mí, el valor que tiene la educación y los libros. 

Debo ser muy afortunado, aunque por inmadurez lo haya renegado. Es que padres como tú quedan muy pocos. Qué bonito poder decir: él es mi papá, soy tan dichoso. No olvides jamás mi perpetua admiración hacia ti. No olvides que te quiero. Espero que las estrellas te sigan iluminando, para que puedas seguir decorando mi vida con tu presencia. Gracias papá por existir.