¿Triscaidecafobia?
Sí, lo sé. Si a ustedes les parece una palabra extraña, imagínense como me quedé yo cuando descubrí lo que significaba. Por el sufijo que tiene podemos intuir que se trata de un miedo. Pero, ¿será que se trata de un miedo razonable?
Existen temores a muchas cosas que, se podría decir, son irracionales. El miedo a cosas que se sabe que no pueden hacernos ningún tipo de daño y que más caen dentro de la categoría de superstición. La triscaidecafobia, no es más que eso. Pero, para que puedan sacar sus propias conclusiones les entrego, a continuación, su *definición.
Proviene del vocablo griego treiskaideka y no es más que el miedo, sin fundamentos, al número 13. Es considerado, como indique anteriormente, más como una superstición que una fobia psicológicamente mensurable. Sin embargo, alguien que lea esto puede pensar que, de hecho, el pánico por el número 13 es real. Les presento, también, algunas razones por las cuales existe este temor.
Entre uno de los principales motivos están las extrañas reflexiones de la numerología que presenta a este número como "maléfico" porque aparece como uno más que el 12, número que dentro de esta pseudociencia es considerado altamente compuesto. Cabe destacar que entre cosas, se encuentra el pensamiento en la Edad Media, de la perversidad de esta cifra debido a que hubieron 13 personas en la Última Cena y que Luzbel, más adelante, Satanás, era el ángel número 13.
Después, si se quiere, se pueden buscar muchas referencias en relación a la presencia del número en extraños o peculiares accidentes y eventos a través de la historia humana. Creería que no son más que coincidencias e infundadas construcciones por parte de los autores de los mismos, para generar interés por dichos sucesos.
Como lo exprese anteriormente, yo no lo encuentro más que como una graciosa superstición, porque es poco razonable pensar que un conjunto de dos cantidades puedan hacer daño o ser presagio de desafortunadas circunstancias que estén por suscitarse.
A poner más ánimo ante cualquier imprevisto que la vida nos presente, parece ser más sencillo culpar a un número, que encontrar los errores propios que pueden causar que las cosas que nos ocurren sucedan. Lo cual me deja pensando en la gran cantidad de personas que en lugar de reconocer sus equivocaciones buscan siempre un culpable, ya que lo único que les falta es culpar al pobre número 13, que parece ser el chivo expiatorio de algunos. Parafraseando un poco a Thomas Carlyle, con números se puede demostrar cualquier cosa, pero no cualquier cosa es culpa de los números.
*La definición fue tomada, en parte, de los criterios dentro del artículo de Wikipedia sobre la triscaidecafobia.
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