Preferencias, Identidades Y Otras Tonterías

Lo he reflexionado muchas veces y aún no comprendo los conceptos usados por una serie de movimientos de "derechos humanos" para lograr ser considerados iguales por parte de sus pares. No concibo como un argumento tan inocente como el que usan se pueda tomar tan seriamente por muchos. Me parece una falta de criterio darle seriedad a esa idea de que: "todos tienen derecho a escoger su género porque son dueños de sus vidas". 

No me mal interpreten, no tengo nada en contra de las personas que tienen gustos y preferencias poco ordinarias. Lo que no comprendo es ese necio razonamiento antes mencionado, porque en definitiva no es cierto que por ser dueños de nuestra vida tenemos la opción de escoger libremente lo que más nos conviene o nos guste. Somos parte de una realidad donde existe un orden natural para todas las cosas y estamos sujetos a las características y cualidades otorgadas por el régimen de la naturaleza. Mucha atención que el orden natural tiene poco o nada que ver con los juicios y dictámenes religiosos, como muchos confunden.

Regresando a nuestra linea de argumentación, creo que después de lo antes expuesto queda claro el mensaje. Yo no soy hombre, blanco, nacido en Ecuador de 25 años de edad porque yo lo haya elegido de esa manera, sino porque por una disposición, tomada entre el azar y la naturaleza, así fue decidido.

Ahora si quieren continuar con este tema de las mal llamadas "Leyes de Identidad de Género", pues bien, podemos comenzar a pensar en la "Ley de Identidad Nacional", porque de seguro hay personas que nacieron en un país A, pero "sienten" que en su interior ellos realmente "pertenecen" a un país B. ¡Qué locura sería pensar en algo así! Lastimosamente estas mal llamadas leyes cada vez tienen más adeptos y seguidores en todo el mundo y estos conceptos retrógrados son considerados de vanguardia.

A donde ha llegado el mundo, que nos encontramos en un momento crucial de la historia humana donde este tipo de reglamentaciones y argumentos son considerados brillantes, mas los que nos oponemos a ellos somos vistos como cavernícolas o curuchupas. ¡Caray! Que las nuevas mentes lúcidas del mundo que tanto abogan por la igualdad son ahora los que más discriminan a quién no piensa al igual que ellos.

Quién quita que en un par de años traten hasta de alterar el orden natural de las cosas con tal de conseguir su objetivo de ser aceptados a toda costa. Esperemos ese día no llegué y al final esta triste y poca ilustre época del pensamiento y la razón humana sea solo visto con mofa por las futuras generaciones. Confiemos en que podamos volver a la senda de lo correcto y aprendamos que a la naturaleza se la comprende pero no se la modifica.